Reseña de "El océano al final del camino"

El océano al final del camino - Neil Gaiman - De bolsillo - 289 páginas

El océano al final del camino es una novela sobre la validez de los recuerdos, la magia y la supervivencia; sobre el poder de la imaginación y la oscuridad que hay dentro de cada uno de nosotros.

Un hombre vuelve a la zona donde vivió hace cuarenta años para asistir a un funeral. En un arranque incomprensible e inesperado, decide acercarse a la casa de su amiga de la infancia, Lettie. Y es ahí donde los recuerdos que no sabía que tenía empiezan a fluir, como el océano que Lettie insistía que era, en realidad, su estanque. La memoria se mezcla con la fantasía mientras el protagonista nos cuenta un viaje imposible, en un mundo que puede o no existir, repleto de monstruos imaginarios que se hacen reales en el relato de ese niño de siete años. Tan reales como los monstruos que los adultos sí podemos entender y temer, y ante los que la única defensa con la que cuenta el niño son las tres extravagantes mujeres que viven al final del camino.

"El océano al final del camino" es uno de esos libros que nada más empezarlos a leer sabes que va a ser diferente. Neil Gaiman nos introduce en la vida adulta del protagonista, para que este después empiece a recordar su infancia. Realmente, este libro es como si fuese algo así como un relato, no tenemos explicaciones, ni son necesarias, es la magia de la historia la que importa, no el por qué de lo que ocurre. 

Nos encontramos así un mundo fantástico pero que parece muy, pero que muy real. La prosa es totalmente adictiva, y esto supone que si ya el libro es corto (200 y pico páginas), se lea aún más rápido. Los personajes me han parecido todos sublimes, desprenden la misma magia que el resto del libro, y hace que uno se pregunte qué de lo que el protagonista nos cuenta es verdad y qué es imaginación. En general, todo el libro me ha parecido muy poético, y es de esos libros que te llegan hondo no por la historia en sí, sino por el tono dulce y melancólico de esta. 

El único pero, pero que a la vez no lo es, es que el relato me ha parecido confuso, tienes la sensación de no saber muy bien qué significa lo que estás leyendo ni el por qué pero, precisamente, si el autor nos ofreciese explicaciones, perdería la magia que adorna toda la historia.

En definitiva, si queréis leer algo diferente de lo que estáis acostumbrados os recomiendo sin duda alguna "El océano al final del camino". Eso sí, para lo corto que es y lo rápido que se lee os recomendaría la edición de bolsillo